martes, 27 de mayo de 2014

Es el desencanto, estúpido


(Artículo publicado el 27 de mayo de 2014 en el dierio La Opinión de Murcia)



Corría el 6 de diciembre de 1931 y la República Española, estrenada hacía apenas unos meses pero aún en proceso constituyente, ya había enseñado la patita por debajo de la puerta. Fue entonces cuando Ortega y Gasset, republicano desencantado, pronunció en el Cinema de la Ópera de Madrid el discurso titulado “Rectificación de la República”, que concluyó con su famoso aserto: ¡No es esto, no es esto! La República es una cosa. El radicalismo es otra. Si no, al tiempo.” Y el tiempo le dió la razón.
Alguien me dirá, sin duda mi lector malasombra, que ni la España de hoy es la España de Ortega, ni yo soy Ortega. Pues bien, por una vez y sin que sirva de precedente, me veo obligado a darle la razón, eso sí, como se la daba a su Rey aquel ladino embajador portugés en la novela de Torrente Bellester: “Tenéis razón, Majestad, aunque sólo sea en parte y, en la parte en que la tenéis, no os sirve para nada”. En efecto, no soy Ortega y Gasset, lo que es muy cierto si bien esta certeza no le sirve para nada a mi lector malasombra, pero en lo de que esta es otra España, no tengo más remedio que disentir firmemente:  ésta de hoy, querido lector malasombra, es la España de siempre, la de los dos Ortegas, don José y don Rafael “El Gallo”, la del Buscón Don Pablos y la de San Ignacio de Loyola, la de Isabel la Católica y la de Zapatero el Caótico, la imperial y la republicana, la católica y anticlerical España, la que deja de creer en Dios para creer en cualquier cosa, que diría mi admirado y gordísimo Chesterton. Pues sí, es la misma España radicalmente diferente a todo excepto a sí misma. Y porque es la misma España resulta tan alarmante que, por segunda vez, pudiera tener razón Ortega y Gasset.
No se puede decir que los resultados de las elecciones europeas celebradas el pasado fin de semana hayan sido una sorpresa para nadie y, sin embargo, lo ocurrido va a tener unas consecuencias de alcance insospechado. Dicho de otra manera, la rueda que parecía que iba perdiendo aire, se ha pinchado definitivamente. En Europa, los radicalismos de izquierdas y de derechas, especialmente estos últimos, enraizados ambos en el rechazo al sistema, se han hecho con buena parte del espacio electoral. En España, la eclosión de pequeños partidos políticos, muchos de corte antisistema, y el espectacular crecimiento del independentismo radical han hecho tambalearse el bipartidismo ideológico que venía funcionando desde los tiempos de la Transición: PP y PSOE han perdido millones de votos. En Murcia, sin presencia nacionalista, ha ocurrido otro tanto: el PP ha obtenido los peores resultados electorales en veinte años, mientras que el PSOE no ha sabido cosechar los votos descontentos. La explicación a todo esto se encuentra donde lo hacía Ortega en 1931. Los ciudadanos están desencantados con el sistema, lo que incluye a  partidos y personas. Parafraseando a aquel asesor norteamericano,  es “el desencanto, estúpido”, dicho sea sin ánimo de faltar.
Aunque sin citar los nombres de sus autores, pues no he pedido autorización para ello, les transcribo a continuación algunos comentarios vertidos en las redes sociales que refuerzan la idea de que éste ha podido ser el primer aviso, cuando no el último.
Aviso a los grandes. Voces varias para la fragmentación de la izquierda. ETA en el Europarlamento”.
Olvidarse de quien te dio la confianza trae como consecuencia perder más de 100.000 votos. De más de un 60% de los votos en Murcia a más de un 30%. Así le ha pasado al PP.
Lo que si es verdad es que Podemos le ha dado un baño a PP, PSOE, IU, UPD si yo fuera alguno de ellos me lo haría mirar. Por cierto en Andalucia lo del PP es para llorar, puedes engañar a la gente una vez, siempre a todos no, nenes a trabajar que lleváis muchos años viviendo del cuento.
PP y PSOE transmiten una imagen terrible en sus sedes rancias, así como de los 90, con los colores corporativos. Pablo Iglesias sale solo a un callejón oscuro con una cámara y humilla con naturalidad a los aparatos de sendos partidos.
Hay que acercar la política al ciudadano, no esperar a que el ciudadano se acerque a ésta, y entender la importancia de las RRSS. Sé de sobra que el partido que gobierna (y más con lo que ha habido que hacer para recuperarnos de la Crisis PSOE) siempre pierde votos, pero no es excusa, no para perder tantos votos como hemos perdido.
Los resultados de Murcia. Un vuelco histórico. Ha terminado la era del PP y sus mayorías aplastantes. Son historía y serán barridos en la primavera de 2015. La izquierda transformadora y consecuente puede, de ir unida, convertirse entonces en la segunda fuerza política en la región.”
El Partido Popular ha GANADO las elecciones. Hay que continuar trabajando, para que los ciudadanos confíen en el Partido Popular cada vez más…
Como ven, en la viña del Señor que son las redes, hay de todo, incluso ciegos y sordos.
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