martes, 16 de marzo de 2010

No matarás

.
.

(Artículo publicado el 16 de marzo de 2010 en el diario La Opinión de Murcia)



Ya sé que no es políticamente correcto escribir acerca de la reforma de la ley del aborto ahora que nos acercamos a la Semana Santa y que muchos de los que apoyan la ley, y aquellos a los que les da lo mismo, se disponen a planchar sus túnicas nazarenas y a llenarlas de caramelos, como si aquí no pasara nada o la cosa no fuera con ellos. Pues sí que pasa, sí, y claro que la cosa va con ellos, de manera que menos caramelos y más testimonio.


Se ha escrito mucho sobre este tema del aborto, se han formulado muchas opiniones y alzado muchas voces. Una de las más insensatas fue la de Bibiana Aido, superflua Ministra de Igualdad del gobierno de Zapatero y promotora de la ley, cuando dijo hace unos meses que "para mí un feto —de trece semanas— es un ser vivo, claro, pero no podemos hablar de ser humano porque no tiene ninguna base científica". Frase, por cierto, muy parecida a la que se atribuye a Adolf Hitler: “Es indudable que los judíos son una raza, pero no son humanos”. No he encontrado una sola referencia bibliográfica de esta frase exacta, pero les aseguro que Hitler dijo cosas mucho peores de los judios. Y, además, las hizo.


Tal vez por ello, ha habido quien ha comparado esta medida, la práctica liberalización del aborto en España, con las medidas nazis en materia de higiene racial y de eutanasia. Sin embargo, el régimen asesino de Hitler no incluyó expresamente el aborto entre sus muchas culpas, tal vez porque respecto de las mujeres alemanas, lo que interesaba era precisamente lo contrario, el crecimiento y la multiplicación de la llamada “raza superior” (lebensborn), mientras que respecto de las demás razas, las formadas por infrahumanos o untermenschen, el aborto se mostraba irrelevante ante la determinación explícita de su exterminio.


Hannah Arendt, en el prólogo a la tercera parte de Los Orígenes del Totalitarismo, recoge la expresión “delincuente sin delito”, tomada de la apelación formulada en un juicio de depuración en la Rusia de Stalin por un "elemento extraño a la clase", uno de los muchos millones de personas que fueron asesinados sin más culpa que la de ser “enemigos objetivos” de la clase obrera, dicho sea en lenguaje bolchevique. Un delincuente, no ya “no culpable”, ni tan siquiera inocente, sino un “delincuente objetivo” o, dicho de otro modo, un criminal sobre el que no pesa la existencia de crimen alguno.


Y eso es justamente lo que ocurre con los no nacidos que son condenados a muerte. Son millones las voces de españoles que se han levantado contra el asesinato masivo de seres inocentes, cuyo único delito es el de haber sido engendrados. Son millones las voces que gritan, pero una sola la razón por la que lo hacen: porque los no nacidos tienen derecho a la vida. Son millones las voces que claman, pero uno solo el nombre de quien atenta contra la vida de un ser humano: asesino.


Alguien me dirá, como si yo no lo supiera, que el código civil sólo atribuye personalidad jurídica al nacido que tenga figura humana y viva veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno y que por ello el no nacido no es un ser humano. ¿Ha visto usted la foto de ese cuerpecito minúsculo nacido tras apenas cuatro meses de gestación, acunado entre las manos adultas de un hombre,? ¿Diría usted que ése no es un ser humano? ¿O que no lo era unos minutos antes de nacer? ¿Qué es, Bibiana? ¿Un repollo? ¿Una excrecencia del cuerpo de la madre? ¿Sabe usted que el feto piensa, ríe, llora, siente, sufre, duerme y sueña, mucho antes de nacer?


No, no son razones legales las que otorgan la humanidad al feto, ni son legales las que proscriben la muerte intencionada de un ser humano. Son razones morales, ésas que habitan en lo más profundo de la conciencia individual de cada uno y que forman parte imprescriptible de la conciencia común. Las mismas razones morales, por cierto, a las que apelamos los cristianos.


No matarás.


.


.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Excepcional.

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy acertado eso de menos caramelos y más testimonio. Las Cofradías de Semana Santa deberían ponerse de acuerdo y ordenar que los nazarenos lleven en las procesiones un lazo blanco en señal de protesta por la ley del aborto. O son cristianos o son simplemente folclóricas con capuchón.

Anónimo dijo...

Mas claro imposible

Kika Tomás y Garrido dijo...

Enhorabuena por este valiente artículo, tan bien escrito, en defensa de la vida del más indefenso, el no nacido.
Invita a leerlo, releerlo y divulgarlo. Es lo que voy a hacer.Gracias

Anónimo dijo...

Enhorabuena¡¡¡ Eres valiente¡¡¡¡
Galin

Anónimo dijo...

sobre los pedrastas hay algo por ahi?

Anónimo dijo...

los curas pedrastas, y los violadores de niños,por supuesto de la IGLESIA CATOLICA ROMANA, IRLANDA,ESPAÑA,ALEMANIA/EEUU, ¿SON TAMBIEN HIJOS DE DIOS o HIJOS DE ??????????

Anónimo dijo...

Está claro que a los de la izquierda les molesta que les canten las verdades del barquero, por eso mezclan churras con merinas, o sea, abortos con pederastas.