"Qué bonita coliflor": Frase dicha en Murcia y aledaños para calificar un entuerto o una cursilada, según proceda |
Por ejemplo la que ha liado
Podemos con las procesiones sevillanas de Semana Santa. Que decida la gente si
quiere o no procesiones, dijo Begoña
Gutiérrez, líder de Podemos en Sevilla, como si la gente no lo decidiera cada
año vistiendo la túnica nazarena o llenando las calles de Sevilla de saetas y
vivas a la Macarena. Debe ser que para Begoña esa gente no es gente, sino casta
procesionaria, una especie de plaga catolicista que debe ser extirpada de raíz.
Es el viejo tic anticlerical de la izquierda española, tan anticatólica como
proislamista. Ni siquiera el viejo y descreído PSOE llegó a tanto, entre otras
cosas porque cada socialista andaluz guarda celosamente en su armario junto al
carnet de militante su túnica de nazareno y sus botos rocieros. Será por eso
que el PSOE andaluz se ha puesto tan contento con esas declaraciones, tanto que
hasta Susana Díaz se ha quedado
embarazada y se está pensando muy seriamente el convocar elecciones anticipadas
en Andalucía. Ya puede desdecirse Begoña, ya, que la tiene hecha en Sevilla, y quien
dice Sevilla dice toda Andalucía.
Y sin embargo, Podemos
sigue siendo el gran enemigo del PSOE en el resto del territorio nacional,
Murcia incluida El año electoral que recién empieza, preñado de convocatorias,
amenaza con ser el año en que el viejo y debilitado Goliath socialista fue
derribado por una pedrada en el ojo lanzada por un joven pastor llamado Pablo Iglesias. El líder socialista Pedro Sánchez lo sabe y por eso
descarga sus iras y destemplanzas contra el líder único de Podemos. La lucha es
desigual y ambos lo saben. El discurso de Iglesias va cargado de sorna e
ironía, mientras que el de Sánchez es un discurso ácido y enfadado. Iglesias
nada a favor de la corriente, mientras que Sánchez intenta remontar un río
embravecido y sembrado de peligrosos escollos y remolinos, la mayoría de ellos
colocados ahí por sus propios compañeros de partido. Para colmo, en su primer
viaje oficial a Estados Unidos llegó con retraso a una cita pública, y eso en
un país en el que la impuntualidad está casi tan castigada como el quedarse
sentado al paso de la bandera de las barras y estrellas. Es el viejo tic antiimperialista de la izquierda española, tan antiamericana como prosoviética
y procubana. El problema de Sánchez, no se engañen, es el problema del PSOE.
Izquierda Unida se ha
ido a pique. El viejo y apolillado Partido Comunista de España, sí, sí, el
viejo partido de Santiago Carrillo y
de Dolores Ibarruri La Pasionaria,
se disfrazó primero de Partido Comunista de los Pueblos de España, luego de
Izquierda Unida, que estuvo un tiempo cogida del brazo de Los Verdes, para
finalmente travestirse en un Podemos trabalenguado denominado Ganemos. Pues
nada, que perdemos. Más allá de algún triunfo personalista en las municipales,
Izquierda Unida-Ganemos ha sido vorazmente deglutida por Podemos. Sus bases,
siempre escasas y siempre atentas a todo aquello que interesa al pueblo, según
proclamaban sus líderes, se deleitaban con meter el dedo cubano en el ojo de
Estados Unidos o en condenar las imperialistas pruebas atómicas francesas en el
Atolón de Mururoa. El problema es que estas inquietantes cuestiones que tanto
preocupaban al pueblo llano eran debatidas una y otra vez en los parlamentos
regionales y en los plenos municipales. Doy fe de ello, pues en las dos
legislaturas en que fui diputado en la Asamblea Regional de Murcia debatimos
sobre esta cuestión no menos de ocho veces, siempre a instancias de Izquierda
Unida. El pueblo, como sabemos, nunca acudió en masa a su llamada, y sus bases,
hartas ya de estar hartas, se han cansado y han emigrado en bloque a esa nueva
gran esperanza blanca que se llama Podemos. Requiescat
in Pace.
Otra bonita coliflor
es la que tiene depositada el PP en su regazo aunque, más que bonita coliflor, parece un bonito manojo de
grelos ya que a Mariano Rajoy se le ríen
los huesos cuando habla de Pablo Iglesias dado que cada palabra de éste es un
zarpazo en la saca electoral del PSOE. Podemos no inquieta de momento al PP,
pero tampoco lo tranquiliza. Los últimos sondeos plantean la peor de las
hipótesis para las elecciones generales del próximo mes de noviembre: un PP en
mayoría minoritaria (132 diputados) mientras que Podemos (89 diputados) y PSOE
(80 diputados) se reparten la mayoría absoluta. Piensa Mariano y piensan casi
todos los dirigentes que para entonces el efecto de la recuperación económica
se habrá hecho de notar y que la mayoría absoluta del PP quedará asegurada.
Pero también hay quien dice que entre el hoy y el mañana se encuentran las
elecciones autonómicas y locales, y ésta sí que es en verdad una bonita coliflor.
De ésa y de otras
bellas coliflores como el ascenso de Ciudadanos y el estancamiento de UPyD en
España, el estado de muerte cerebral del PSRM, y el acartonamiento del Partido
Popular en la Región de Murcia (“niño, deja ya de joder con la pelota”, que
cantaba Serrat), hablaremos otro día.
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