Artículo publicado el 20 de mayo de 2014 en el diario La Opinión de Murcia |
En tiempos de la Oprobiosa, que
como todos ustedes saben era el mote con el que los pijiprogres bautizaron a la
dictadura de Franco tras la muerte de éste, claro está, España era Una, Grande
y Libre. Hoy hemos evolucionado y España ya no es una, sino que es una y su
contraria.
Por
ejemplo, España es Una y es Diecisiete. España es un ejemplo de modernidad y
también uno de los países más atrasados de Europa occidental. Es el hazmerreír
económico del resto de socios comunitarios y, de la noche a la mañana, pasa a
ser la locomotora de Europa. Somos los campeones del progresismo y, casi al
mismo tiempo, somos un modelo de conservadurismo. España es rica y opulenta y,
al unísono, España es pobre como una rata. Es húmeda y seca, se muere de sed o
se ahoga con las inundaciones; es una democracia adolescente y uno de los
Estados más viejos del mundo; es católica y descreída, es una joven virginal y
una vieja sinvergonzona; es virtuosa y pecadora, pues lo mismo se viste hasta
los pies con la túnica procesional que se despendola en una playa nudista.
En un
plisplás se transfigura de líder de la inmigración en líder de la emigración; dejamos
de exportar limones para exportar licenciados. Somos los undécimos fabricantes
mundiales de coches y tenemos uno de los parques móviles más viejos de Europa.
Pagamos los fichajes futbolísticos más caros del mundo y tenemos uno de los
salarios mínimos más bajos de nuestro entorno. Somos campeones de fútbol de
Europa y del mundo, lo hemos sido de baloncesto, de balonmano y de waterpolo, el número uno del
tenis mundial es español, así como los campeones del mundo de fórmula uno y de
motociclismo, hemos ganado el Tour de Francia tropecientas veces… y, sin
embargo, no existe en España un sistema público organizado de deporte escolar o
universitario que sea digno de tal nombre.
España
es un país preñado de tradiciones seculares, pero no hay día en que no se ponga
en marcha una tradición nueva, sea indígena o foránea, sobre todo en materia de
fiestas y festivales. Y ya que hablamos de fiestas, España debe ser uno de los
países del mundo que más fiestas tiene, al tiempo que aspira permanentemente a
mejorar su productividad y competitividad sin obtener resultado tangible
alguno. España es la inventora de la siesta y, a la vez, el país que menos
duerme de Europa. Y siendo el que menos duerme, no es el que más trabaja, ergo…
Esta
bipolaridad que España sufre habitualmente se agudiza enormemente en tiempo de
elecciones. Si escuchan ustedes a los candidatos electorales y a los líderes
políticos en esta campaña, España es una cosa y su contraria según convenga. Que
soy una candidata progresista, pues España es la cuna del machismo y habría que
tipificar los piropos como delito, toma ya. Que es un candidato conservador,
pues España inventó la igualdad de sexos con los Reyes Católicos: Tanto monta,
Monta tanto, que se enteren. Que es el candidato de un partido nacionalista
quien les habla, pues España es un país que no respeta la soberanía ni la
historia de los pueblos sojuzgados, oprimidos y expoliados, como Catalunya y
Euskal Herria. Que es el candidato de un partido españolista, pues nada, que
España es una madre y a tÍ te encontré en la calle. Que se trata del/la
candidato/candidata de PSOE, pues según, si está en Cataluña o en el País
Vasco, que si pero que no, y si está en otra región cualquiera, que no pero que
sí. Si es el candidato de un partido con experiencia de gobierno, sufre permanentemente
de amnesia. Si es el candidato de un partido virgen, si es que eso existe, pues
se encarga con alegría inconsciente de refrescar la memoria de los demás.
Mientras
tanto, los mareados electores, los confundidos ciudadanos de a pie y en
bicicleta, los indignados y los arrepentidos de haberse indignado alguna vez, casi
todos ellos sumidos en un mar de dudas y en riesgo de padecer una esquizofrenia,
se disponen de momento a abstenerse en masa en las próximas elecciones, que es
la forma de no votar ni a un candidato ni a su contrario. Eso sí, hasta que
llegue el día en que puedan ser como España, totalmente bipolares, y votarlos a
todos sin exclusión.
Como
decía la vieja copla bipolar:
Ni contigo ni sin tí
tienen mis males remedio
contigo porque me matas
y sin tí porque me muero
.
4 comentarios:
Don Juan Antonio Megias ya no admite comentarios críticos. Jeje
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